jueves, 8 de marzo de 2012

Re: ELOGIO A LA MUJER BRAVA; DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER 2012

Re: ELOGIO A LA MUJER BRAVA; DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER 2012
De Esperanza Villafuerte
Esta mañana, al abrir como de costumbre mi bandeja, encontré
acompañando el mensaje de saludo de un amigo por el Día Internacional
de la Mujer, esta -para mí- desconocida publicación que pego debajo.
Mientras la leía, hacía también mi propia reflexión, me urgió entonces
la necesidad de responder y pensaba con cierta preocupación en que
cada vez que alguien hizo con respecto a mí una alusión similar, me
tildó de brava o me etiquetó como de "carácter fuerte", nunca me sentí
halagada, ni menos cómoda. Siempre supe que muchas características
-socialmente no deseadas-, iban implícitas en esas etiquetas, había
una soslayada ecuación entre brava y problemática, o desadaptada,
entre "de carácter fuerte" y neurótica, o iracunda, en fin.... Muy por
el contrario, una hirviente indignación se apoderó de mí, cuando fue
un hombre el que lo hizo,si era alguien cuya amistad me interesaba,
entristecí aunque no retrocedí, acepté pagar el precio, entendí que la
muraya de Berlín se había levantado y yo había quedado del otro lado,
si fue alguien que por alguna razón me inspiraba poco aprecio este
"poco aprecio" se desvaneció y se transformó súbitamente en un
creciente desprecio. Si fue otra mujer como yo, siempre entendí que al
señalarme a mí como brava, o como de carácter fuerte, en primer
término me estaba marcando, estableciendo una diferencia entre
nosotras y tomando su precavida distancia para evitar ser salpicada de
esa substancia malholiente que es la exclusión a la que nos hacemos
merecedoras por haber desafiado los convencionalismos,si además
insistía intermitentemente con eso, o era recurrente en sus menciones,
estaba o enmascarando probables similitudes o en su defecto haciendo
un elogio por oposición a su propio comportamiento, que podría no ser
necesariamente opuesto al mío. Si además procedía con una reiterada
justificación de los comportamientos exclusivos o discriminatorios a
propósito de mis actos, de mis opiniones o de mi reputación como
"brava", estaba firmando una declaración de guerra, la guerra contra
el cambio, la guerra por la defensa del status quo, había renunciado y
fomentaba la renuncia colectiva a la esencia de nuestra colectividad
como género, "a la mitad del cielo, a la mitad de la tierra y a la
mitad del poder". Este elogio, me ha recordado que este es otro día
más en que debo confesarme "brava" agradecer a Dios por permitirme
serlo, a mi madre por tolerar pacientemente que lo sea a mis seres
queridos y a mis queridos amigos por acompañarme desde la prudente o
arriesgada distancia que hayan tomado con respecto a mí. Héctor Abad
no sé quien eres, jamás te encontré en ningún catálogo de autores,
pero gracias por haber escrito esto.

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ELOGIO DE LA MUJER BRAVA (Por Héctor Abad)

A los hombres machistas, que somos como el 96 por ciento de la
población masculina, nos molestan las mujeres de carácter áspero,
duro, decidido. Tenemos palabras denigrantes para designarlas: arpías,
brujas, viragos, marimachos. En realidad, les tenemos miedo y no vemos
la hora de hacerles pagar muy caro su desafío al poder masculino que
hasta hace poco habíamos detentado sin cuestionamientos. A esos
machistas incorregibles que somos, machistas ancestrales por cultura y
por herencia, nos molestan instintivamente esas fieras que en vez de
someterse a nuestra voluntad, atacan y se defienden.
La hembra con la que soñamos, un sueño moldeado por siglos de
prepotencia y por genes de bestias (todavía infrahumanos), consiste en
una pareja joven y mansa, dulce y sumisa, siempre con una sonrisa de
condescendencia en la boca. Una mujer bonita que no discuta, que sea
simpática y diga frases amables, que jamás reclame, que abra la boca
solamente para ser correcta, elogiar nuestros actos y celebrarnos
bobadas. Que use las manos para la caricia, para tener la casa
impecable, hacer buenos platos, servir bien los tragos y acomodar las
flores en floreros. Este ideal, que las revistas de moda nos
confirman, puede identificarse con una especie de modelito de las que
salen por televisión, al final de los noticieros, siempre a un
milímetro de quedar en bola, con curvas increíbles (te mandan besos y
abrazos, aunque no te conozcan), siempre a tu entera disposición, en
apariencia como si nos dijeran "no más usted me avisa y yo le abro las
piernas", siempre como dispuestas a un vertiginoso desahogo de
líquidos seminales, entre gritos ridículos del hombre (no de ellas,
que requieren más tiempo, y se quedan a medias).
A los machistas jóvenes y viejos nos ponen en jaque estas nuevas
mujeres, las mujeres de verdad, las que no se someten y protestan, y
por eso seguimos soñando, más bien, con jovencitas perfectas que lo
den fácil y no pongan problema. Porque estas mujeres nuevas exigen,
piden, dan, se meten, regañan, contradicen, hablan, y sólo se desnudan
si les da la gana. Estas mujeres nuevas no se dejan dar órdenes, ni
podemos dejarlas plantadas, o tiradas, o arrinconadas, en silencio, y
de ser posible en roles subordinados y en puestos subalternos. Las
mujeres nuevas estudian más, saben más, tienen más disciplina, más
iniciativa, y quizá por eso mismo les queda más difícil conseguir
pareja, pues todos los machistas les tememos.
Pero estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control
al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas. Ni
siquiera tenemos que mantenerlas, pues ellas no lo permitirían porque
saben que ese fue siempre el origen de nuestro dominio. Ellas ya no se
dejan mantener, que es otra manera de comprarlas, porque saben que ahí
-y en la fuerza bruta- ha radicado el poder de nosotros los machos
durante milenios. Si las llegamos a conocer, si logramos soportar que
nos corrijan, que nos refuten las ideas, nos señalen los errores que
no queremos ver y nos desinflen la vanidad a punta de alfileres, nos
daremos cuenta de que esa nueva paridad es agradable, porque vuelve
posible una relación entre iguales, en la que nadie manda ni es
mandado. Como trabajan tanto como nosotros (o más) entonces ellas
también se declaran hartas por la noche, y de mal humor, y lo más
grave, sin ganas de cocinar. Al principio nos dará rabia, ya no las
veremos tan buenas y abnegadas como nuestras santas madres, pero son
mejores, precisamente porque son menos santas (las santas santifican)
y tienen todo el derecho de no serlo.
Envejecen, como nosotros, y ya no tienen piel ni senos de veinteañeras
(mirémonos el pecho también nosotros, y los pies, las mejillas, los
poquísimos pelos), las hormonas les dan ciclos de euforia y mal genio,
pero son sabias para vivir y para amar, y si alguna vez en la vida se
necesita un consejo sensato (se necesita siempre, a diario), o una
estrategia útil en el trabajo, o una maniobra acertada para ser más
felices, ellas te lo darán, no las peladitas de piel y tetas
perfectas, aunque estas sean la delicia con la que soñamos, un sueño
que cuando se realiza ya ni sabemos qué hacer con todo eso.
Somos animalitos todavía, los varones machistas, y es inútil pedir que
dejemos de mirar a las muchachitas perfectas. Los ojos se nos van tras
ellas, tras las curvas, porque llevamos por dentro un programa tozudo
que hacia allá nos impulsa, como autómatas. Pero si logramos usar
también esa herencia reciente, el córtex cerebral, si somos más
sensatos y racionales, si nos volvemos más humanos y menos primitivos,
nos daremos cuenta de que esas mujeres nuevas, esas mujeres bravas que
exigen, trabajan, producen, joden y protestan, son las más
desafiantes, y por eso mismo las más estimulantes, las más
entretenidas, las únicas con quienes se puede establecer una relación
duradera, porque está basada en algo más que en abracitos y besos, o
en coitos precipitados seguidos de tristeza: nos dan ideas, amistad,
pasiones y curiosidad por lo que vale la pena, sed de vida larga y de
conocimiento.
(Fuente:
http://reflexionesdiarias.wordpress.com/2005/10/20/elogio-de-la-mujer-brava-por-hector-abad/
)
http://www.facebook.com/note.php?note_id=401539833206424&refid=22&_rdr#401539833206424

http://blog.pucp.edu.pe/item/154271/re-elogio-a-la-mujer-brava-dia-internacional-de-la-mujer-2012
http://40karatsladyperu.lamula.pe/2012/03/08/re-elogio-a-la-mujer-brava-dia-internacional-de-la-mujer-2012/40karatsladyperu

#END.

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