domingo, 15 de octubre de 2017

¿ES POSIBLE LA “ESCUELA PARA TODOS?

EL 78% DE NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES PERUANOS CON DISCAPACIDAD ESTÁN FUERA DEL SISTEMA EDUCATIVO (INEI-ENEDIS-/2012)

Puertas trabadas. En 2016 se acabó el decenio de las personas con discapacidad y los avances para reducir las desigualdades no son nada alentadores. El 78% aproximadamente 680 mil) entre niñas, niños y adolescentes peruanos con discapacidad están fuera del sistema educativo. Menos del 1% de las escuelas en los tres niveles: inicial, primaria y secundaria tienen condiciones de accesibilidad física para brindar el servicio educativo a estudiantes con discapacidad (ENEDIS2012-INEI). El 92.1% de las instituciones educativas supervisadas por la Defensoría del Pueblo a nivel nacional, reportaron no haber recibido ningún tipo de material adecuado para la inclusión de estudiantes con discapacidad. La asociación discapacidad y pobreza ¡no es casualidad!, si agregamos que el 38,2% de los peruanos con discapacidad no cuentan con un seguro de salud y el 76.8% en edad de trabajar se encuentran económicamente inactivos. Debemos concluir que si los denominados “derechos puerta”, la educación, la salud, que conducen a las personas hacia el disfrute de otros derechos como el trabajo, por ejemplo, si son puertas cerradas para que no entres, las familias con uno o más miembros en situación de discapacidad serán siempre muy vulnerables a la pobreza.

¿Qué es eso de la escuela para todos? –“Señorita, no me haga perder mi tiempo, esta escuela es para todos, para todos los que pueden venir, para todos los que pueden estudiar, a los que Dios no les dio… bueno yo no sé, reclámenle a Él…” -Prof. Ramón Gonzales, subdirector de una escuela primaria pública en Chorrillos 1986. Tuve la fortuna de hacer casi toda la primaria y la secundaria en una institución educativa privada donde yo era la única estudiante con discapacidad visual. Así que apenas salí del cole, durante la universidad y en los primeros años de carrera, me di a mí misma la tarea de embajadora de este modelo educativo, para estudiantes ciegos como yo. El entusiasmo me hacía sentir y pensar que podía conquistar espacios para que estos adolescentes pudieran disfrutar de la misma experiencia o tal vez de alguna mejor que la que me tocó a mí, que mi sola presencia, la oportunidad de conversar, y la humanidad de los docentes era más que suficiente. En mi casa, preparaba diálogos y respuestas a las probables preguntas a partir de mi experiencia como estudiante. Sin embargo, este encuentro, me marcó, por la rudeza, por la imposibilidad de dialogar. la Escuela para Todos – es el espacio en el que se recibe a todos los estudiantes, de acuerdo a su edad cronológica y cercanía a su vivienda - es la ruta democrática de la equidad en los derechos, en tanto no segrega por motivo de género, origen, discapacidad, u otros, sino que acoge a todos los estudiantes para aprender a vivir juntos, a conocerse y a reconocerse como miembros de la misma comunidad. Y la educación inclusiva es el modelo educativo que reconoce y valora las diferencias de los estudiantes con y sin discapacidad. Desactiva barreras que excluyen y pueden estar en los programas de estudio, las modalidades de organización, en las estrategias de enseñanza, en la utilización de los recursos o en un diálogo inadecuado que no promueve la colaboración con sus comunidades.


La Semana de la Educación Inclusiva. Celebrada en octubre de cada año, tiene como día central el 16 de octubre también “Día Nacional de la persona con discapacidad”, del cual hemos hablado en http://diariouno.pe/columna/octubre-milagrero-y-turronero/, a propósito de una histórica marcha de personas con discapacidad en 1980. Subsiste todavía, la incomprensión del modelo y la resistencia a su implementación por parte de algunos operadores y tomadores de decisión. El nombramiento del Ministro Vexler y las recientes designaciones en las que reconocemos a algunos escépticos aumentan el estado de alerta. Organizaciones como la Sociedad Peruana de Síndrome de Down – SPSD CEMPDIS y otras que han conformado la Coalición por la Educación Inclusiva, asumieron el reto más difícil de la inclusión educativa en tanto los mecanismos de exclusión golpean con mayor fuerza a los estudiantes con discapacidad intelectual y a sus familias. Su apuesta es una propuesta diversificada que además de hacer la transferencia del “know-how”, busca fortalecer la gestión educativa y a los distintos actores por la capacitación y a través del diálogo ciudadano. Aunque el trabajo está concentrado en Lima, sólo en lo que va de 2017, han implementado más de cuatro cursos masivos de capacitación, y espacios de diálogo ciudadano, para abordar el tema como vecinos de esta aldea nacional.